Cuaderno de viaje

" Los viajes son como los libros, se inician con cierta incertidumbre, y se finalizan con nostalgia."

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Lugar: Spain

miércoles, mayo 24, 2006

Un tren

A lo lejos, un silbido, un tren que se va. Alguien que está montado con las esperanzas puestas en la última parada. Y alguien, en esa última parada, que ha llegado antes de tiempo para prensenciar como llega el tren a la estación y para verle bajar con la maleta a cuestas.

Alguien, al lado de la estación, testigo del silbido del tren, con las ganas suficientes para coger ese tren y viajar hasta sus brazos, y con el miedo suficiente para no poder dar un paso más.

Dos personas que se abrazan en la estacion, y se besan, y que sienten que todo este tiempo ha merecido la pena esperar.

Alguien, que mira sus brazos y que se de cuenta de que siguen vacios y que puede que nunca vuelvan a estar tan llenos como aquella noche en que, en medio de la oscuridad, se abrazaron y se dijeron que la distancia no importaba si se querían.

Alguien con miedo, con dudas, sin tiempo, con agobios... Alguien que echa de menos
Alguien que no sabe amar

miércoles, mayo 17, 2006

Memoria

Él perdió la memoria, solo por unas horas, y nadie sabia por qué había sido.

Sólo recordaba unos ojos verdes al otro lado de la barra, que siempre le preguntaban si quería tomar una cerveza más, y le animaba, porque "a esta invita la casa"

Y se volvió loco al no ver ese verde gata en los ojos de las enfermeras que lo atendieron, ni tampoco en ninguna de las personas que se acercaron hasta el hospital para saber de su estado. Y pensó que si no lograba recordar el resto de su cara nunca la encontraría a ella.

Es curioso pero recordó todo menos aquello. Recordó a que colegios había ido, que había estudiado y donde trabajaba, incluso recordó en qué consistía su trabajo, y pudo reincoporarse a él. Recordó que algunas noches una mujer le cedía su cuerpo, para que hiciese con él lo que quisiera, y recordó su teléfono y la llamó, esperando encontrar al otro lado de la línea esos ojos verdes.

Pero no les encontró. Su amigo del alma, con el que compartía cervezas le dijo que quizá todo hubiera sido cosa del golpe, que quizá aquella chica nunca existió y que tenía que renunciar a su sueño. Así que lo hizo y convirtió a esa chica de encuentros esporádicos en su mujer, en su compañera de vida.

Ella era perfecta, hababan durante horas, reían, compartían helados enfrente de la tele.... Incluso a veces compartían mañanas de vermut con su amigo y su mujer e iban de bar en bar hasta que la espuma de la cerveza les hacía ver la vida más brillante.

Una mañana de esas, en la segunda cerveza alguien le llamó y le dijo, Cuanto tiempo sin verte!!¿No te tomas una más?A esta invita la casa.....

Y su mundo se deshizo en mil pedazos.........




Por qué siempre escribo cosas tristes?????

lunes, mayo 08, 2006

En un bar

Llegaron con dos horas de diferencia. Nunca se encontraron.

Primero llegó ella, puntual, a las 5, pidió un zumo de naranja y no paró de mirar por la ventana mientras lo bebía a sorbos pequeños, como para hacer eterno aquel zumo y más corta la espera. Miraba una y otra vez al reloj y a la ventana, esperando que alguien cruzara la puerta de aquel bar oscuro antes de que la manecilla de los minutos diera un paso más. Al final se rindió y se fue. 30 pequeños pasos de esa manecilla le había alejado las ganas de seguir esperando a ese alguien.

Después él, y el testigo de esta historia imaginó que habían tenido una confusión sobre la hora, y que nunca lo sabrían. No era de los que llevan móvil.

Pidio un cafe con leche y miró al reloj contrariado, eran las 7 y diez y alguien aún no había llegado. Se sentó en la misma mesa desde la que ella había esperado antes y miró a la ventana, del mismo modo que ella había mirado.

Nadie se atrevió a preguntarle si la esperaba a ella.

Nunca se encontraron. Se rindieron muy pronto. No volvieron a mirarse a los ojos. Al menos por esa tarde. Si es que de verdad se conocían.....