Yo quiero ser campanilla

Sí si,campanilla. Esa que compartía las locuras de Peter Pan y que siempre le iluminaba el camino con sus polvillos magicos. Quiero ser campanilla y no tener que creerme que la vida pasa y nos hacemos mayores, y nos topamos de frente con mil mentiras.

Nadie nos dijo que crecer fuera esto, nadie nos advirtió que aquello que llamaban responsabilidades, trabajo, vida de adulto dejara sin embargo este sabor agridulce en la boca.

Nadie nos confesó nunca en voz alta que el amor duele, y que no lleva consigo grandes aspavientos, ni violines tras cada beso, ni celebraciones por todo lo alto de las cosas más pequeñas.

Nadie nos dijo nunca que pasear por las calles en soledad a veces no es solo beneficioso, sino tambien necesario, y que habrá ciudades en las que no dejes rastro, aunque ellas si lo hagan en tí.

Yo quiero ser campanilla, y no tener más preocupaciones que encontrar otros niños perdidos y llevarmelos al pais de nunca jamás para que allí no tengan que enfrentarse con la adultez. (que por una extraña casualidad rima con idiotez...)

Yo no quiero tener que preocuparme por el trabajo, por los compañeros, por las tramas palaciegas que algunos inventan. Yo no quiero tener que preocuparme por la huelga de autobuses de esta ciudad que me hace pasar un poquito mas de frio teniendo que andar el ultimo trecho hasta el curro.

Yo, de nuevo afirmo, quiero ser campanilla y volar, volar y volar, y quedarme agazapada en los brazos de alguien sin que se de cuenta y que sentirme segura, sentir que estoy en el camino correcto y que si no es así, aun estoy a tiempo de cambiar de dirección.