Baja la persiana, ya se ha hecho de día....

Nunca una frase había sido tan tonta pero tan dañina en mi vida. Ya había llegado el domingo. El momento en el que teníamos que dar por finalizada nuestra "luna de miel". Después de tres días disfrutando de todos los momentos que nos debíamos, el tiempo nos había ganado la batalla.

"No te vayas, quédate conmigo, mandemoslo todo a la mierda, qué más da ya!"
"Si pudieras venirte al sur conmigo, no tendríamos que enfrentarnos a las despedidas"
"Qué voya hacer en un sitio donde no hay cines???"

Y así fue, el fin de semana taan esperado acabó.

Yo pienso que hubiera sido una despedida más fácil si las cosas hubieran ido mal, hubiera sido mas fácil mandarle a la mierda.

En vez de eso, recuerdo a cada momento todas las risas juntos, las conversaciones, los besos, los abrazos, la pasión......

Tendrá que ser así!!

Encrucijadas

Y llega el momento de decidir el camino. Y yo estoy segura de que pasos quiero dar, pero no si son los que debería dar. Ellos, sin embargo, no lo entienden, y piensan que lo único que quiero es alejarme de aquí. E ignoran que lo único que me ata aquí son ellos.

Miro hacia el frente y no puedo evitar sentir miedo. Miedo a quedarme estancada, a no evolucionar, a agotar mi bombona de oxígeno y tener que vivir de la suya. Y ellos no lo entienden.

Sin embargo, me hace sonreir la proximidad a convertirme en tía, la proximidad a verle de nuevo, a sentir otra vez sus manos en mi cuerpo. Y vuelvo a tener miedo.

7 meses alejados son muchos meses, son muchos momentos de reinventar su historia con los jirones que tengo de ella. Pero quiero conocer su historia, quiero formar nuestra historia. Estoy muy nerviosa, angustiada, con ansiedad. Pero se que el lunes, en apenas 3 días, todo eso pasará. Estaremos juntos de nuevo, compartiendo miradas a escondidas.........

De vuelta

He estado un mes fuera, trabajando, encontrandome con las realidades más duras golpeandome la cara, sin ningun pudor.

Con él.... bueno, ya hay planes concretos, pero no seguros. Ya hay fecha de reencuentro y lugar, pero no hay destino común decidido.