En otra ciudad

Instalada en otra ciudad, mirando todo con ojos de niña porque aun me queda mucho por conocer. Sabiendo que el aire que respiro también es nuevo, por eso lo respiro con más ansia.

Y nuevo también es este sentimiento de rutina, de inutilidad, de fracaso con él. Siento que si hablamos es porque toca, no porque a él le apetezca de veras. Siento que no le echo de menos tanto como me había imaginado, tanto como me había prometido a mi misma echarle de menos.

En aquel concierto no paso nada (para que Blanche se quede sin la duda), pero quizá por eso paso todo. Me abrazó en las canciones lentas de Quique González (Volverás a reirte de veras, cuando creas que estaba perdido, volverás a reirte de veras si te quedas conmigo....) Pero nada más.

Pero podía haber pasado, en realidad no pasó porque no era su momento, pero nunca me planteé que a lo mejor tampoco era el mío.

Voy a darme tiempo, no voy a llamarle. Voy a intentar aprender a quitarme de esta dependencia por él. Intentar averiguar si es amor o tontería.

Al otro le veré este finde. Vamos juntos hasta casa. 2 horas y pico de camino darán para mucha conversación. Solo espero saber encontrar las palabras adecuadas.

Entre dos aguas

No es la primera vez que he de decidir entre dos caminos, entre dos direcciones. Pero sí la primera vez que tengo que decidir en que hombro pongo mis ilusiones.

De uno, tengo el recuerdo de un fin de semana, la esperanza de otro, el anhelo del reencuentro, las ganas de besarle y que me bese, de seguir dando pasitos juntos. Pero también tengo la distancia, las desigualdades, su trabajo, mi vida, 500 km.

Del otro, 15 años de amistad, 8 de tonteos, de querer y no poder, de besos frustrados, de tiras y aflojas. Pero también su reciente ruptura, sus miedos, mis dudas, mis inquietudes.

A uno le veré el mes que viene. A ese uno es a quien llamo cuando estoy triste, y a quien he dejado de llamar tan a menudo desde que el otro ha vuelto a mi vida.

Con el otro me voy este finde de concierto, a una ciudad extraña, solos en el tren. Con el otro me rio, pero me pongo seria cuando me acuerdo del uno.

Quien dijo aquello de que es posible amar a dos y no estar loco??? Qué estoy haciendo???

Cambio de aires

Me mudo.

El próximo día 19 dejo atrás esta ciudad a la que quiero de una forma especial (yo siempre quiero de una manera especial, que a veces no es la más adecuada), y empiezo una nueva vida en otra. En la Capi.

Cumplo un sueño y siempre que los sueños se cumplen tengo miedo de que se quiebren, de que no sean lo que esperé de ellos, que no sean tan bonitos como parecían en mi mente.

Seguiré dando noticias para los pocos que seguís esto. puede que escriba un par de veces más antes de irme.


Con la maleta a cuestas....

Lo atroz de la pasión es cuando pasa,

cuando, al punto final de los finales,

no le siguen dos puntos suspensivos