Mi maleta nueva

Hoy me han comprado una maleta nueva. Cuando me la han presentado la he mirado un poco, así de lejos, con los ojos y la mirada concentrados en ella. La he mirado de arriba abajo comparándola con la vieja (las comparaciones, aunque odiosas, son siempre muy frecuentes)

Mi maleta vieja un día no aguantó más y se declaró en huelga. En verdad se rompió, pero yo prefiero pensar que estaba cansada de tanto trote y se buscó una jubilacion anticipada.

Cuando miraba la maleta como quien mira un tesoro, imaginaba de cuantas cosas la llenaré en mi nuevo viaje vete a saber donde (mi vida es así) Y la susurraba muy bajito (para que nadie me oyera y pensara que estoy loca) que ella y yo ibamos a compartir muchos momentos importantes, muchos nervios y muchas incertidumbres en muchas estaciones de bus o de tren. La verdad es que quizá debiera presentarle a mi otra maleta, y explicarle que quiero también a la otra porque es pequeña y a veces mis huidas son muy fugaces como para viajar con media casa a cuestas. Que me encantaría enseñarle este finde S, pero que es demasiado grande como para poder llevarla con comodidad. Yque también es demasiado grande para viajar conmigo a C, ¿que pensarian mis amigas si llegara acompañada de ella? Más adelante compartirá el viaje a Madrid en Noviembre, y en Diciembre, y después, y después.....

Así que puede que al fin y al cabo no me haya emocionado tanto la maleta como la certeza de que aun me quedan miles de sitio que conocer y muchas cosas que hacer en esos sitios, pero no la digais nada si la veis, porque creo que es algo presumida. (Ha salido a padre, porque a madre, no creo)