Inesperada

Él me llamó. Lo hizo!!! Un día que no estaba para nada preparada para respoder a su llamada.

Una tarde de esta semana, que he pasado fuera de casa, en medio de un pueblecito de montaña, dispuesta a relajarme, a dejar que el oxígeno puro sacara de mi mente su constante imagen, suena el teléfono.

Me dicen: Le paso una llamada de j. Yo tiemblo. Ahora?? No estoy preparada, no he repasado mentalmente todo lo que debo decirle, no sé como responder a lo que me diga, no se si podré mantenerme fría y distante, cual reina del hielo. No se cómo voy a reaccionar, y esta vez me había prometido tenerlo todo medido, y no dejar nada a la imaginación....

Y en ese momento suena su voz que me vuelve a romper los esquemas. Ya da igual todas las promesas de superdivina que me había hecho cada noche de no dejarme embaucar, de no sentir más que él, de no ser, una vez más, la parte que pierde.

Y hablamos, y me doy cuenta que aún sin ensayos previos las palabras se entrelazan sin mayores complicaciones. Que quizá con él no me sirvan los discursos.

Me pregunta por mis ojos, le digo que están fatal y me dice que por culpa de haberme ido de su lado (quizá tenga razón), hablamos de esto y de aquello, y yo me río, y el se ríe, y deja de importarme que no haya mañana... Un beso y una promesa de vernos pronto. Y que disfrute en la playa!!

Mi amiga V dice que debo mantener la cabeza fría y saber que no puedo estar aún con él. Que le de tiempo, que no es el momento, ni para él, ni para su vida. Que no empiece algo que vaya a acabar mal.

Después de mi viaje de este verano, comprendí que el tiempo es relativo, que a veces no es necesario, pero que en este caso el será el juez de esta historia.

Por cierto, cuando más me reía fue cuando me bautizó como Katrina. Dice que soy una mujer tornado que revoluciona las vidas en las que aparece, a lo que yo contesté: pues cuidado con la tuya!!!