Sola

Mírenla, pasea solitaria por las calles mirando al infinito. Hace tiempo que dejó de caminar mirando al suelo, alguien la dijo que despertaba compasión, y ella no quiere despertar nada en nadie. Ya no. Ni siquiera amor.

Y aunque pasea con la cabeza bien alta, como si se comiera el mundo, si alguien se para y la mira a los ojos descubre que el verde de antes se ha convertido en verde mar, y tiene mucho que ver con que todo le hace llorar.

Sola, es como se siente aún rodeada de gente, aun cuando sonríe mientras habla con el por teléfono, mientras le titubea la voz por no atreverse a decirle que le echa de menos.

Y está cansada de echar todo de menos, y piensa que quiza todo lo que quiere está fuera de su vida en este momento, al menos de esta vida que puede tocar.

Pero todo pasa, no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista.

Algún día seguro que el sol vuelve a brillar en la ventana, algún día seguro que este nubarrón que hay en el corazón se disipa. Algún dia, seguro que podrá gritar a los cuatro vientos que de nuevo es feliz........