Y sigues ahí...

Pequeñas señales, llamadas, justo en el momento en el que decido que te vayas de mi vida, tú vuelves, aún sin saber mi decisión, y me llamas porque sabes de mi tristeza, de mi preocupación, y llamas sólo para decirme "Ya verás como todo saldrá bien"

Y todo sería más fácil si estuvieras a mi lado. Si te sentaras conmigo en la consulta del médico cuando me expliquen que significa aquel resultado. Aquel que me dieron sin piedad, no es nada malo, no hay delicadeza.

Y si se convierte en algo malo dentro de un tiempo? Hay suficientes casos de tumores en mi familia como para que esto me quite el sueño, no? Y tú lo entendiste, no le quitaste importancia, no me dijiste "qué bobadas dices", o "no pienses en eso", tu fuiste franco y directo. YA VERÁS COMO TADE SALE BIEN. Y fue más lo que no dijiste que las palabras que salieron de tu boca. Fue más la llamada y el "estaré a tu lado" que no te atreviste a pronunciar que tus ánimos, que tu comprensión.

Yo ahogaba el llanto porque por primera vez en mucho tiempo hubiera necesitado abrazarte, yo! la reina del hielo! Intentaba no llorar bromeando contigo, y tú lo notaste. Y te reiste, y me hiciste reir.

Que te vaya muy bien hasta nuestro reencuentro. Tengo ganas de verte......